Os voy a contar lo que me ocurrió el martes, 7 cuando fui a la oficina de correos a entregar el paquete que debería de ir con destino a Cartagena. En la entrada había un guardia de seguridad que tenía a su lado un gran saco...cuando quise entrar no me dejó, me dijo que para poder hacerlo debería adoptar a quien estuviese dentro de ese saco, miró y me dijo que lo sentía, que ya no quedaba nada, entonces no podía permitirme entrar a la oficina, debería de ir otro día. Cuando, resignada, me iba a marchar, escuchamos un....¡ATCHISSS! que salía de dentro del saco, volvió a meter la mano y..... allí estaba él, el último Elfo. El guardia me contó que creyó que ya lo habían adoptado, y como no era así, me propuso hacerlo a mí. Se había quedado ahí, escondido, triste, porque nadie lo escogió. Caprichoso, que así se llamaba, era eso....muy caprichoso y como siempre exigía nadie lo quería. Entonces decidí que mis alumnos y yo sí podríamos adoptarlo, mi sorpresa fue cuando.....me exigió que sólo iría conmigo si en clase le hacíamos un columpio para balancearse cuando le apeteciese. Así que le dije q me lo llevaría a casa y el jueves le contaríamos juntos la historia a mis alumnos y a ver qué decidíamos.
Esta mañana así fue, le construimos un columpio, lo sentamos allí y feliz que está.
El problema es que la Navidad se terminará y a él no lo podemos "desadoptar " (así trabajamos tb el sentimiento de abandonar a las mascotas cuando ya no nos interesa tenerlas en casa). Entre todos propusimos decorar su traje y su columpio con la época del año o la celebración que toque y así estará con nosotros todo el curso. También trabajaremos la actitud del capricho y otros valores que tenemos que controlar o potenciar.
HOY, por fin, hemos podido entregar el paquete en la oficina de correos, que ya va de camino a Cartagena, esperando que a nuestros amigos les encante.
Os dejamos fotos de comprobación.
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