¡Qué gusto ver sus caritas (bueno, sus ojitos) el primer día de clase! Todos necesitábamos con urgencia volver a vernos, volver a nuestra rutina aunque fuese con restricciones. Las emociones a flor de piel, nervios porque también empiezan una nueva etapa que yo me encargaré de que sea lo más dulce posible porque ellos son mi vida y este grupo burbuja crecerá dentro hasta hacerse tan grande que en junio tendrá que explotar, muy a mi pesar, para dar paso a otro nuevo curso pero ya sin mi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario